Podría seguir, hablar, llorar, gritar, todo lo que me duele esta farsa.
Continuar recordando que no me quiere y que no me piensa.
O quizás, porque no? Rogarle un poco de amor, gritarle que lo odio.
Pero sabes? Vos seguís siendo el mismo cobarde.
En cambio yo ya no soporto las espinas.
No quiero mas rosas. Aunque me cueste el corazón.