Esta noche, en mis sueños, todos gritan.
No creo que se llame imaginación, simplemente me gusta mirar hacia un costado y ver más de lo que observo.
Se acabaron todos esos meses en los que daba por sentado que me consideraba un ser maravilloso. Por fin me ve como soy en realidad:violenta, desconfiada, manipuladora y letal.
Y lo odio por ello
May the odds be ever in your favor
23 de febrero de 2012
Es
siempre preocuparte por que los demás sean felices, casi por
obligación. Es sentirte siempre menos de lo que deberías. Es
acostumbrarte a tener ese dolor en el pecho que te hace llorar. Es
sentirte vacía, confundirlo con el de tu estómago, casi como un vacío
existencial. Es levantarte cada mañana, pensar en que va a ser un día
mejor, pero nada sale como esperas. Es esperar a algo que te salve, un
milagro, cada día, pero nunca llega. Es tenerle miedo a vivir, porque ya
con saber lo que es sobrevivir no queres saber que hay detrás, que
espera en la verdadera vida donde todos fingen ser felices. Es
ver como todo tu mundo construido con cartas débiles se derrumban de un
solo soplido. Es darte cuenta que a nadie le importas, corroborarlo
cada día y con ello viene una herida más. Es mirar al pasado y extrañar
lo que eras, lo que antes te hacía tan feliz, aunque sabes que eso sigue
muy adentro tuyo, no ves posibilidad de que sobreviva al doloroso mundo
exterior. Es guardar para vos cada palabra, cada sentimiento, cada
expresión, cada lágrima, cada grito, para evitar lo que viene después.
Es estar asustado constantemente a cualquier cambio que pueda producirse
en tu vida, ese que vas a recordar siempre, ese por el que tus ojos se
humedecen cada vez que se te pasa por la cabeza. Es creerte casi
invencible, preguntarte como seguís con los dos pies en la tierra
después de tanto. Es no pensar nunca más en la vida, sino en lo que
viene con la muerte, ese paraíso que añoras, lo único que deseas, esa
felicidad infinita donde el dolor no existe. Es seguir creyéndote de que
con cada golpe aprendes, con cada caída volves a ponerte de pie, pero
no, seguís en el piso, sangrando, y nadie te ayuda. Es darte repugnancia
a vos misma, te da asco y vergüenza ver en lo que te convertiste. Es
ver reflejado en vos, los estragos de una vida que nunca te tuvo piedad.
Es preguntarse ¿Qué pasara si…? Y cuando te das cuenta, ya estás
dentro. Es observar cada persona
de tu vida, como la mayoría se aleja, otras se burlan de vos, otras no
muestran interés en tu cara de todos los días, y sólo una se queda con
vos en la tormenta, esperando ese arcoíris que nunca se hace presente.
Es sin haber empezado a pelear, haberte rendido. Es tratar de alejar lo
que te hace mal, y cada vez se une un poco más a vos. Es volver a casa
después del infierno que viviste allá afuera, y darte cuenta de que el
verdadero infierno esta ahí adentro, esperándote siempre dispuesto a
borrarte esa sonrisa. Es luchar en vano para conseguir la libertad de
vos mismo. Es intentar esconderte del mundo, pero todos te ven. Eso es
querer morir. Pero a pesar de esto no te abandonan las ganas de intentar ponerte de pie una vez más.
Suena irónico decir que la cosa más triste que he visto es tu sonrisa.
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