Veintiún noches. Veinte finales y veintiún comienzos. En noches como esta parece que el tiempo se detuviera. El final de una sinfonía, el destello de una estrella fugaz perdiéndose en el horizonte azul, infinito. Parece como si todo lo que hubiera pasado hasta ahora en realidad no hubiera tenido lugar, como si todo hubiera sido una ilusión desvanecida. Cada una de estas noches es como una continuación de la anterior. Y aquí estamos otra vez. Lívidas nubes soportan el peso de mi cuerpo, acunando mi tristeza. Me guardo las lágrimas para luego, por si quiero volver a empezar. Y dibujo un camino imaginario, que jamás recorreré. Miro las estrellas. Quiero dormirme de una vez. Quizá todo se me haya olvidado mañana.
Esta noche, en mis sueños, todos gritan.
8 de febrero de 2013
Veintiún noches. Veinte finales y veintiún comienzos. En noches como esta parece que el tiempo se detuviera. El final de una sinfonía, el destello de una estrella fugaz perdiéndose en el horizonte azul, infinito. Parece como si todo lo que hubiera pasado hasta ahora en realidad no hubiera tenido lugar, como si todo hubiera sido una ilusión desvanecida. Cada una de estas noches es como una continuación de la anterior. Y aquí estamos otra vez. Lívidas nubes soportan el peso de mi cuerpo, acunando mi tristeza. Me guardo las lágrimas para luego, por si quiero volver a empezar. Y dibujo un camino imaginario, que jamás recorreré. Miro las estrellas. Quiero dormirme de una vez. Quizá todo se me haya olvidado mañana.
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