-Por nada del mundo dejaría que te fueras esta noche.
-Por desgracia...el tiempo pasa...-dije suspirando.
-Pues no, no va a pasar. No esta noche. Di que te has perdido. Lejos. En una ciudad de la costa. Que has conocido al amor de tu vida y no lo quieres dejar escapar...-su voz denotaba pasión y una calidez...tan tierna que me hizo estremecer. Tan solo me salió una risita. Sentía su calor muy, muy cerca. Pero no sabía qué decir. No me salía nada.
Nos dormimos, y a la mañana siguiente, todo se tornó gris.Cuando salimos a la calle, la brisa me trajo su olor, aún fijado en mi piel. Y me vino a la mente la calidez de sus palabras, la mezcla de olores, la oscuridad, la verdad de su mirada. Entonces fue cuando lo comprendí todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario