Esa sensación horrible de no sentirte, de no verte.
Esa angustia que provoca tu ausencia, esa que no se va hasta el próximo
encuentro. No hay palabras que describan lo que me pasa cuando te
extraño, puedo decirte que lo único que hago es acostarme, pensar en vos
y esperar a que nuestros caminos se vuelvan a encontrar. Cuando el
tiempo hace su trabajo, y hace que sienta tu ausencia, la de tu voz
antes de irme a dormir, la de tu aroma en mi ropa, los abrazos que me
mantienen de pie y los besos que sellan un amor que permanecerá… ahí me
preocupo y me doy cuenta que sos lo único que necesito y a la vez lo que
más me hace falta. A veces esa tristeza de que mis ojos no tengan el
placer de verte y que mi cuerpo no sienta tu calor hace que algo escape
por mis ojos. Lágrimas que expresan sentimientos tan puros y llenos de
amor, amor que va en decadencia pero que florece cada vez que te vuelvo a
ver.
Todo va a cambiar, muy pronto, lo prometo.
Esto es algo que nos pone a prueba, es algo que vamos a superar y vamos
a recordar juntos. Verte no es sólo una acción, es más que eso. Porque
cuando te veo todo cambia, no hay problemas, todo es perfecto, todo es
risas, todo es amor. Porque me haces reír con lo más mínimo y soy feliz
con eso, me conformo con eso, sos lo único que tengo y lo único que
quiero conmigo. Con tu amor; que se que recién empieza. Y para eso vivo,
respiro porque es lo que necesitamos el uno del otro para continuar,
ansiosos del momento en que nuestros ojos se encuentren, del momento en
que te volveré a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario